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PEMEX y la pérdida del grado de inversión de la deuda soberana.



En lo que va de este año han salido del país, cerca de $ 15,000 millones de dólares que estaban invertidos en Bonos Gubernamentales en manos de inversionistas institucionales extranjeros. Si bien es cierto que esta salida fue principalmente en marzo, cuando los mkts financieros en el mundo se pusieron muy nerviosos por el Covid, lo cierto es que al día de hoy, esos flujos no han regresado.


Y se han perdido otros $ 15,000 millones de dólares en valuación de estos instrumentos por la depreciación del peso.


A principios de este año esa posición valía aproximadamente $ 115,000 millones de dólares y hoy vale alrededor de $ 85,000 millones.


En 1995 estuvimos, como país, a punto de incumplir el pago de deuda, pero junto con el apoyo del Gobierno de USA logramos solventar ese problema; y es a partir de esa fecha que México ha ido generando un clima de mucha confianza para la inversión extranjera de portafolios y para la inversión extranjera directa IED; al lograr y mantener desde esa época unas finanzas públicas sanas en cuanto a la deuda total del gobierno, un crecimiento sostenido del PIB, y una relación con el capital privado basada en la certeza jurídica. Esto nos llevo a que a principios de este siglo México obtuviera el grado de inversión para su deuda. Así mismo, en 2010 la deuda soberana mexicana fue incluida en el WGBI (world global bond index), lo cual genero una entrada muy importante de inversiones de portafolio extranjeras al mercado mexicano.


¿Pero porque la importancia de estos flujos de inversión?


Porque simple y sencillamente estos flujos están financiando las necesidades de recursos monetarios del Gobierno de Mexico. Para ponerlo en perspectiva, los 3 proyectos insignia del gobierno federal: 2 bocas, tren maya y santa lucia suman una inversión de alrededor de $ 25,000 millones de dólares en un plazo aproximado promedio de 4 años.


Si se pierde el grado de inversión, una parte importante de los $ 85,000 millones de dólares que hoy todavía quedan en bonos gubernamentales en manos de extranjeros y que sirven para financiar muchos rubros del gobierno, se pueden ir del país; lo que generaría una falta de recursos muy importante para el gobierno de Mexico.

¿Y todo esto que tiene que ver con PEMEX?


Bueno, el costo de extracción por barril de petróleo para PEMEX es de alrededor de $ 14 dólares, pero si sumamos el costo de inversión, el costo de desarrollo, el de infraestructura de transporte, etc., entonces el costo total de producción por barril ronda los $ 26 dólares. Pero si además a esto le sumamos que la SHCP le cobra a PEMEX una tasa impositiva de regalías del 58% (para este año al parecer la tasa baja al 54%), los márgenes de maniobra para PEMEX son muy reducidos, sobre todo cuando los precios del petróleo se encuentran tan bajos como están hoy en día.

Están tan apretados los márgenes de PEMEX que en el primer semestre ha perdido

$ 28,000 millones de dólares, la mayor pérdida registrada por la empresa en un periodo de 6 meses; como resultado de la caída en los precios del barril de petróleo, la depreciación del peso frente al dólar en este mismo periodo y por la caída en la producción diaria de barriles.


Pero todavía más preocupante que lo anterior, es la deuda que tiene PEMEX, la cual ronda los $ 110,000 millones de dólares. Solo este año el pago de intereses de esta deuda estará alrededor de los $ 8,000 millones de dólares.


Por lo tanto, si se espera que los precios del petróleo sigan en niveles bajos (alrededor de $ 50 dólares por barril), este año y al menos el próximo año como resultado del covid, y del cada vez mayor uso de energías limpias en el mundo, entonces las expectativas de pérdidas para PEMEX por los bajos precios, su gran carga fiscal y su gran carga financiera, son muy preocupantes.


Por otro lado, este gobierno ha hecho de la independencia energética uno de sus principales argumentos, por lo que es de esperarse que le siga metiendo recursos a PEMEX (como lo ha hecho este y el año pasado), para apuntalar su situación financiera.

El problema es que por donde se le vea, la única forma de que PEMEX pudiera salir adelante es que se abriera la inversión de empresas privadas en aguas profundas y los farmouts; pero dada las señales que ha mandado el gobierno mexicano, lo anterior es muy poco probable que suceda.


Entonces lo que va a ocurrir, es que el gobierno no solo ya no va a recibir ingresos de PEMEX (hasta el 2018 los ingresos que el gobierno obtenía de PEMEX eran cercanos al 10% de los ingresos totales del Gobierno Federal, o $ 20,000 millones de dólares actuales), al contrario, va a tener que seguirle inyectando recursos para mantenerlo operativo.


Esos recursos van a tener que ser desviados de otras actividades de infraestructura que si que podrían ser rentables. Pero además el seguir sosteniendo a PEMEX va a agravar la ya de por si delicada situación financiera del gobierno como resultado del parón en la economía por el Covid.


Este deterioro en las finanzas publicas que se espera suceda, por este apoyo a PEMEX y por la falta de un plan de rescate serio de esta paraestatal, lo que va a generar es que muy probablemente a finales de este año, las agencias calificadoras empiecen a bajarle el nivel a la deuda soberana mexicana y que probablemente para el próximo año se haya perdido el grado de inversión.


Con una de las tres calificadoras estamos a 1 escalón de perder el grado, con otra a 2 y con la última a 3 escalones.

¿Entonces sería el fin del mundo?


Es claro que no; Brasil lo perdió hace pocos años y su economía se mantuvo más o menos a flote. Pero si habría repercusiones importantes en varios factores de la economía: Habría una devaluación importante del tipo de cambio.


Se perdería una parte importante de la liquidez en el mercado de bonos tanto gubernamentales como corporativos.


Para tratar de contener esta devaluación, el banco central tendría que subir de manera importante las tasas de interés, para tratar de retener los flujos de bonos en manos de extranjeros y para evitar que una devaluación fuerte contamine las expectativas de inflación. Pero este aumento de tasas incrementaría los pagos que el gobierno federal tiene que hacer periódicamente de toda su deuda.


Al cierre del 2019 la deuda total en pesos del gobierno federal rondaba los $ 12 Billones de pesos y la deuda en dólares los $ 100,000 millones de dólares. Solo es cuestión de sacar la calculadora para ver que in incremento de 1 punto porcentual en la deuda del Gobierno Federal, desviaría muchos de los escasos recursos que el gobierno tiene, para solo pagar intereses.


Por último, ¿que podría evitar que perdiéramos el grado de inversión?

Tendría que haber un cambio de estrategia para rescatar a PEMEX por parte del gobierno.


Pero quizás también podría ocurrir, que aunque perdiéramos el grado de inversión, el efecto sobre las variables económicas mencionadas no fuera tan fuerte, si es que al mismo tiempo, otros países más o menos con la misma calificación crediticia que el nuestro, perdieran el grado de inversión producto de los efectos del Covid. Esto haría quizás, que en términos comparativos nos siguiéramos viendo igual contra este grupo de países y por lo tanto habría menos incentivos para los inversionistas extranjeros de salir del país.

Pero esto último lo veo como un escenario remoto.


Por Sergio Zermeño Romero




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